Diversidad culinaria de Chacala

“Chacala más allá del mar: una cocina que abraza la tierra”

Chacala es mar, sí, pero también montaña, huerta y fogón. Una cocina que no se encierra en etiquetas, sino que se expande con cada platillo compartido. Aunque Chacala es famoso por sus mariscos, su cocina también florece en sabores más allá del océano. Esta comunidad costera se enriquece con productos del campo, recetas familiares y un amor profundo por lo tradicional. 

Uno puede encontrarse con enchiladas costeñas, rellenas de papa, pollo o queso fresco, bañadas en salsa de chile pasilla. También hay guisos de res con plátano macho, quesadillas de flor de calabaza y tamales de elote dulce, que contrasta maravillosamente con el clima cálido de la región.

Y para los más golosos, hay postres que son verdaderas joyas: flan de mango hecho en casa, pan de plátano con nuez, o el infaltable pay de coco, preparado con fruta fresca rallada y leche condensada.

En Chacala, la tierra también se expresa a través de los sabores. Es un lugar donde la cocina no se limita al mar, sino que se enriquece con todo lo que la naturaleza y la cultura local tienen para ofrecer. Aunque el mar domina, la cocina de Chacala tiene muchas voces, muchas manos y muchas historias.

 Aquí también se preparan platillos que reflejan la herencia mestiza y rural de Nayarit. Prueba las enchiladas nayaritas, bañadas en salsa de chile guajillo y acompañadas de queso fresco; o los sopes gruesos con frijoles refritos, crema de rancho y carne deshebrada. En algunas fondas familiares se sirven desayunos típicos con chilaquiles costeños, tortillas calientes y café de olla con canela.

La fruta tropical abunda: piñas dulces, mangos de temporada, papayas gigantes. Todo esto se traduce en jugos, licuados, mermeladas y postres con un sello único.